Por: Lucía Velázquez
Las comunidades indígenas han tenido que defender su territorio, recursos y forma de vida del crimen organizado que cada vez diversifica más sus economías, un ejemplo es la colusión de tala montes con el crimen organizado o la extracción de minerales de forma ilegal. / Casi dos décadas de ecocidio en México
Los mexicanos estamos en deuda con el planeta ya que actualmente la biocapacidad por persona es 1.2 Global Hectáreas por Persona (gha). Sin embargo, en México la huella ecológica por persona es de 2.5, casi el doble de lo que necesitaría el planeta para regenerarse (Global Footprint Network, 2024). Este es solo un indicador de lo que sucede en nuestro país con el tema ambiental.
Otro de los indicadores es la cantidad de conflictos registrados. En 2018, se registraron 500 conflictos ambientales en el Observatorio Nacional de Conflictos Ambientales (ONCA), institución bajo el liderazgo del Dr. Víctor M. Toledo integrado por jóvenes investigadores del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM, campus Morelia. Además de la larga lista que existe de más de 261 defensores y defensoras ambientales asesinados en México, contabilizados hasta 2022.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) publicó el mes pasado su informe en dónde informan 20 agresiones letales. Sumado a la lista elaborada por esta autora suman 281 personas defensoras del ambiente y del territorio asesinadas en México. En el informe de CEMDA (2023) los sectores señalados donde ocurrieron las agresiones letales en el 2023 fueron Hídrico (8), Minería (6) y Biodiversidad (1).
Estos datos, son únicamente el reflejo de la excesiva concentración del poder económico en México. Oxfam México en su Informe “El Monopolio de la Desigualdad” de 2024, enuncia que este modelo:
“Lleva a la extrema concentración de la riqueza en manos de un grupo pequeño de la población mexicana y cómo sus enormes fortunas tienen una estrecha relación con el poder político: los ultrarricos en México, lo son, sobre todo por décadas de gobierno que ha renunciado a regular su acumulación de poder e influencia. Esto, a su vez, se traduce en la alta concentración del poder de mercado de las grandes empresas”.
A esta situación habría que agregar la diversificación de economías del crimen organizado en el país. En medio de esta guerra también se han perdido manantiales, ríos, lagos, bosques, fauna, metales en el subsuelo, costas, playas y viviendas, solo por mencionar lo que ha quedado bajo la explotación mercantil o está en tránsito hacia ello.
La Grafica 1.1 resulta alarmante y descorazonadora. En ella se observan los conflictos ambientales que han resultado en el asesinato de defensoras o defensores ambientales. El periodo 1995 a 2022 resalta por tener mayor número de personas asesinadas es la defensa del territorio (110), forestal (67) y minería (33). Las agresiones letales por defender el territorio se deben a la situación de inseguridad que se vive en los territorios indígenas y campesinos desde la lucha con el narco tráfico.
Las comunidades indígenas han tenido que defender su territorio, recursos y forma de vida del crimen organizado que cada vez diversifica más sus economías, un ejemplo es la colusión de tala montes con el crimen organizado o la extracción de minerales de forma ilegal.
Otro de los conflictos que continuamente aparece en la gráfica es el tema forestal, desde 1995, donde comunidades indígenas exigían que se detuviera la tala de sus bosques y selvas. El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) advierte que en 20 años México ha perdido 736 mil hectáreas de bosques primarios siendo esto algo más del 15 por ciento del total de cobertura forestal perdida, representando unos 4.7 millones de hectáreas.
Gráfica 1.1. Personas asesinadas por defender el ambiente y el territorio (1995-2022). Elaboración propia (2024). FUENTE: Lucía Velázquez.
Las comunidades indígenas han tenido que defender su territorio, recursos y forma de vida del crimen organizado que cada vez diversifica más sus economías, un ejemplo es la colusión de tala montes con el crimen organizado o la extracción de minerales de forma ilegal.
Otro de los conflictos que continuamente aparece en la gráfica es el tema forestal, desde 1995, donde comunidades indígenas exigían que se detuviera la tala de sus bosques y selvas. El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) advierte que en 20 años México ha perdido 736 mil hectáreas de bosques primarios siendo esto algo más del 15 por ciento del total de cobertura forestal perdida, representando unos 4.7 millones de hectáreas.
¿Qué representa una hectárea?
Una hectárea de árboles puede absorber 6 toneladas de bióxido de carbono al año. Un árbol, en un año, inhala un promedio de 12 kilogramos de bióxido de carbono (CO2) y exhala oxígeno suficiente para una familia de cuatro personas. (Comisión Nacional de Áreas Protegidas, 2018).
Defendiendo los bosques han sido asesinadas 67 personas.
La minería es la tercera actividad donde más personas que defienden el ambiente han sido privados de su vida y es el conflicto más mapeado a lo largo de territorio con 173conflictos, esta actividad es depredadora en recursos naturales, contamina suelos, cuerpos de agua, a través de emanaciones y filtraciones de cianuro, arsénico, cadmio, plomo, cromo. Esta actividad además afecta a las comunidades rurales del país.
El investigador Víctor Toledo desde el 2015 ha denunciado a las mineras “las venas de la nación están abiertas y tiene lugar un proceso de explotación descomunal de las riquezas nacionales. Sempra Energy, First Majestic Silver, Baja Mining, New Gold, Blackfire Exploration, Hochschil, Gamon Lake, entre otras, son nombres pronunciados en varias regiones del país por ser agentes de destrucción y rapiña”.
En México las concesiones mineras alcanzaron más de 56 millones de hectáreas, que equivale a la cuarta parte del territorio nacional. Existen diferentes denuncias a lo largo del país de población afectada en su salud por esta actividad.
Otra de las particularidades de la minería es su forma de operar, ya que no se centra únicamente en la extracción de los metales del subsuelo, sino que se crean división poblacional de las personas a favor y en contra por la oportunidad de desarrollo y empleo.
En el sexenio de Enrique Peña Nieto, en muchos de los conflictos por la minería existían tres actores: la minera, la población y el crimen organizado. El último cobraba a la minera por mantener la seguridad. El crimen organizado vio la minería como un área de oportunidad, cobrando cuotas a las empresas, utilizando los camiones para transporte o incluso utilizando las concesiones mineras.
Los defensoras y defensoras en conflictos por el derecho al agua, que han sido privados de la vida son 18, en el país han sido mapeados 86 conflictos por el agua, esta situación no es de extrañarnos al saber que la mayoría de los acuíferos están sobrexplotados y las dos terceras partes de las más de 700 cuencas hidrográficas contaminadas. La crisis por el agua, ya esta aquí, de echo lo estuvo desde hace más de una década.
Estos son algunos de los conflictos y problemáticas ambientales que abordaremos Salvador Lobatón escritor e ingeniero físico y su servidora Lucía Velázquez en este segmento “Panorama Adverso”, así como un recuento de los Defensores y Defensoras Ambientales y del Territorio que han sido asesinados en México.
Defensoras y defensores del territorio y la vida es un serial de colaboraciones que se publicarán en en15dias.com. La ecofeminista, Lucía Velázquez, hace un recuento de los acontecimientos de agresión a defensoras y defensores del territorio y la vida más importante de México para caracterizar sus conflictos y seguir enfocados en sus luchas.
Fuente: https://en15dias.com/opinion/casi-dos-decadas-de-ecocidio-en-mexico/