Por: Raúl Cruz Sebastián
Nuevamente el calendario electoral se asoma, para la sucesión Presidencial en México.
Desde algún tiempo la oposición ha realizado varias maniobras y ha creado varías figuras organizativas para echar abajo las iniciativas del Presidente de la República, así también han hecho varias movilizaciones para el INE, o más bien para que sus intereses no se toquen.
Hasta la fecha no han logrado desplomar la política del Tabasqueño, queda claro, que en política a ningún adversario se le debe de subestimar.
Por otro lado, las aguas en Morena ya andan agitadas, y en los Estados ya se están organizando bases y núcleos de apoyo a determinado precandidat@.
Sin embargo, en política el tiempo es vital, pero también son a veces contraproducentes, los destapes anticipados, y es el caso concreto lo que estamos mirando ya en México y Michoacán.
Esto representa un gran distractor, donde los funcionarios y gobernadores, ya se están pronunciado en favor de uno o otro.
Así no están cumpliendo con el deber de Gobernar bien sus estados, así los funcionarios, están abandonado sus tareas institucionales para entregarse a promover el voto a favor de algún candidato determinado. Michoacán necesita toda la atención y concentración de Gobernar y cuidar y respetarse los tiempos, porque hay mucho rezagos, en todo los aspectos y sectores de la sociedad.
Lo que viene no es cosa sencilla, ya que es el cambio de la Presidencia, se ocupa de unidad, de organización y de articular a todos lo mexicanos.
Lo peor que se puede cometer son los errores del pasado, de promover las corrientes, las facciones, las tribus, la guerra propagandística hacia un candidato.
En 2024, es la gran prueba, para quienes gritan ser de izquierda y en su actuar, promueven la división, la polarización y el sectarismo. Morena, no debe perder su carácter de movimiento social a nivel nacional, porque lo que está en juego no son sólo los cargos, sino la consolidación de la Cuarta Transformación.
Tod@s a la concentración masiva en la ciudad de México el día 18 de marzo, para conmemorar la expropiación petrolera.