Por: Raúl Cruz Sebastián.
En las calles se encuentra cada personaje, esta vez le vamos hablar de Agustín un hombre de 50 años. Quien lleva más de 20 años trabajando como algodonero de dulces, quien desde temprana edad se mete en la jungla de las colonias mas peligrosas a vender. Durante años este ha sido su único trabajo porque no sabe hacer otra cosa, en todo el día gana 100 pesos, el patrón le paga la comida, en la semana gana 500 pesos cerrados. Nos comparte que en las colonias ha vivido de todo, unas cuatro veces lo han asaltado, “a los agresivos no hay que responderles, porque te pueden matar por 30 pesos”, y cuando no respondes se corta la violencia.
Agustín ha visto como los jóvenes se drogan y los encuentra tirados medio muertos en las colonias, unos me dicen que porque sus padres no los entienden, cuando yo tengo tiempo sin padres, y nunca he sentido la necesidad de drogarme. Personas que tienen grandes casas, que traen mucho dinero mal aprovechado, mientras yo tengo que caminar de sol a sol para ganarme los 100 pesos, así a mis dos hijos les enseñe a trabajar en llevar una vida sobria en todos los sentidos. En las mañanas me persigno, me baño y me dirijo a mi trabajo, y veo el mapa en que colonia me toca ir y con alegría y precaución salgo a la calle buscando el alimento de mi familia.